Saltar al contenido
A Santiago En Bici

Etapa 12: Leon – Hospital de Orbigo

Índice de contenido

Hoy es un día muy especial, llegaremos a Hospital de Órbigo donde visitaremos a unos amigos de mi padre y esperamos tener una etapa muy corta y fácil pero no todo saldrá como esperamos. Veamos qué nos sucedió.

Además, muchos bicigrinos empiezan aquí su primera etapa de León a Santiago de Compostela y suelen terminarlo en 5 etapas, por lo que imagino que eso es lo que nosotros también tardaremos en concluir esta aventura.

jueves, 5 de mayo de 2022

Detalles de etapa:

  • Distancia: 45,32km
  • Desnivel: 219m
  • Tiempo en movimiento: 2h 45′
  • Velocidad media: 16,4km/h
  • Más detalles: Strava
  • Descargate la ruta: Wikiloc

Hoy nos espera una etapa muy corta y especial, en la que llegaremos a Hospital de Órbigo y pasaremos tiempo con unos amigos de mi padre. No obstante, nos encontraremos unos inconvenientes por el camino.

Hoy nos levantamos a las 8 de la mañana, ya que nos espera una etapa corta queremos regalarnos un poquito más de descanso. Hemos dormido super bien, sin duda es el mejor alojamiento en el que nos hemos hospedado.

Nos vestimos y nos vamos al restaurante del mismo hotel para desayunar, costaba 6€ pero así no perdíamos tiempo en buscar sitio. El desayuno era tipo bufé y estaba buenísimo, después de muchos días encontramos bollería recién hecha y el café con leche estaba también muy bueno, pero como hoy teníamos una ruta menos exigente decido no abusar.

Desayuno en Bufé del Hotel de León

Tras haber cogido fuerzas regresamos a la habitación y continuamos recogiendo todo y preparando las alforjas. Después de abandonar la habitación vemos que la habitación de enfrente está vacía y por qué la van a limpiar y le echamos un vistazo rápido y también tiene muy buena pinta. Es un hotel chulo y con el precio para los peregrinos es algo más elevado que la media, pero no es el más caro ni de lejos.

Tras recoger las bicis y pagar la factura configuramos el GPS para que nos lleve al Decathlon, vamos cortos de provisiones y el siguiente no está hasta Ponferrada. Para los que os descarguéis mi track tened en cuenta que los primeros kilómetros no siguen el camino.

Llegamos al Decathlon y mientras mi padre guarda las bicis yo entro y salgo rápido, tengo muy claro lo que quiero comprar: barritas energéticas y una especie de papilla de frutas que nos ha ido muy bien. Una vez guardada la compra, ahora sí, emprendemos la aventura.

Nada más empezar mi padre me comenta que quiere enseñarme un monumento, que le siga que él sabe dónde está. Llegamos al carril bici que sigue el rio y me va describiendo lo que me quiere mostrar: un reloj de flores y que le cambian las flores para mostrar la hora correcta. Como no encontramos lo que quiere mostrar decidimos preguntar a alguien que paseaba por allí, pero no le suena lo que le pregunta, aun así, nos recomienda seguir el carril bici porque encontraremos un parque y una glorieta muy céntrica y que seguro que allí encontraremos lo que buscamos.

Seguimos el carril bici y hay poca gente, no estoy acostumbrado a rodar con tanta tranquilidad. De repente un hombre mayor, trajeado, deja de caminar por la acera para entrar en el carril bici. Empieza a avanzar por el carril bici hacia mí y por el mismo lado que yo (yo voy pegado a la derecha). Cuando me voy aproximando veo que me mira, pero no hace tiene la intención de cambiarse al lado que él tiene que ir y mucho menos de ir por la acera. Cuando ya estoy muy cerca el tío levanta la mano y me grita diciendo que me quite y vaya por mi sitio, obviamente de algún taco… ¿?¿? no entiendo que le pasa, supongo que debe haberse levantado con mal pie. Mi padre me comenta que a él también le ha hecho algún comentario, pero simplemente le ha ignorado.

Cuando llevamos un rato y hemos pasado algún puente volvemos a preguntar a unas señoras mayores y nos comentan que no les suena que haya ningún reloj de flores, pero sí un calendario… ¡Ah! ¡Un calendario! bueno, ya tiene más sentido… cambiar las flores 1 vez a día tiene más sentido a que lo hagan cada minuto. Nos indican que tenemos que seguir avanzando y lo encontramos.

Cuando ya volvemos a llevar unos minutillos avanzando decidimos subir por un puente, pero mi padre no ve el reloj calendario de flores, así que deduce que nos hemos pasado y deshacemos camino por el paseo del parque en lugar de por el carril bici del rio. Volvemos a preguntar, y parece que nos hemos vuelto a pasar… menudo cachondeo, yo ya empiezo a ponerme nervioso, el GPS marca que ya llevamos 8km y aún no hemos empezado la ruta… Volvemos a regresar y nada más pasar el puente por donde hemos subido antes veo el dichoso calendario, que ya con tanto mareo ya no tenía tanta ilusión para verlo

El Reloj calendario de Flores, o Monumento a los Reyes de León

Bueno, ahora sí que si por fin podemos seguir la ruta. Compruebo el GPS y vemos que estamos un poco lejos de donde tenemos que enlazar con la ruta y ya llevamos 9,5km. Seguimos por el paseo del parque hasta que en otro puente lo enlazamos.

Tras cruzar el puente entramos en la rotonda y por una entrada anterior, que viene de una avenida, veo un BMW X5 Azul venir a todo trapo. El tío no hace ni l ceda y mete un frenazo delante nuestro y empieza a insultar a mi padre «Gi***as, a ver si espabilas»… ¿Enserio? Mi padre le dice que se aguante y, sino que hubiera salido antes (vaya paciencia) y el tío sigue acelerando para amenazarle y mientras presume de repertorio de insultos. Menudo imbécil, vale que igual no ve qué edad tiene el ciclista, pero ¿no ves que vamos cargados? además, que estás cruzando el camino de Santiago, me extraña mucho que seamos los primeros peregrinos que estemos cruzando por ahí… en fin, nos armamos de paciencia y continuamos con nuestra marcha.

Los coches circulan muy nerviosos, rozándonos, cortándonos el paso y pitándonos a pesar de que vamos por el carril compartido con los ciclistas. Al poco tenemos que subir por un puente que pasa por encima de las vías y cuando me doy cuenta ya estamos en Trobajo Del Camino, no hemos percibido el cambio de ciudad.

Seguimos avanzando cuesta arriba y en algunos tramos tenemos carril bici, pero hay coches aparcados y donde no hay carril bici no nos permiten avanzar. Incluso vemos una señal donde sugiere a los ciclistas salirse de esa vía para entrar en una calle peatonal, pero dura apenas 4 calles y volvemos a regresar a la carretera salvaje. En las aceras se ve bastante gente caminando, pero no distinguimos si hay peregrinos caminantes por que se ve mucha gente del pueblo. Este panorama sigue así durante los siguientes kilómetros y pueblos hasta que al final vemos carretera fuera del casco urbano y podemos continuar por el arcén, a pesar de que los coches pasar muy rápido y no desvían su trayectoria para alejarse de nosotros ni cuando no vienen coches de frente. Está siendo una travesía muy hostil, algo que no he visto en todo el camino.

Espero que quien haga de León a Santiago de Compostela no se desilusione por esto, ya que el resto del camino no es para nada así.

El track nos envía por la nacional. Avanzamos hasta atravesar La Virgen Del Camino y vemos señales que envían a la autopista, lo que nos hace sospechar de que probablemente el tráfico sea más peligroso. Cuando me doy cuenta el camino pasa por la izquierda de la carretera, pero pensamos que si el track sigue hacia delante no será tan malo y se puede avanzar bien. De repente me doy cuenta de que el track se desvía hacia la derecha, regresa hacia atrás y va a buscar el camino de tierra y sube una colina… deducimos que quizás vale la pena seguir por la carretera y evitar la colina. Pues cuando nos damos cuenta nos vemos envuelto de coches y camiones pasando a toda velocidad y tenemos que pasar del arcén al segundo carril por que el carril derecho es para entrar y salir de la autopista… uf… en menudo lio nos hemos metido… pero justo cuando estamos a mitad del trozo donde tenemos que salir del arcén cesa el tráfico y encontramos el hueco perfecto para cambiar al segundo carril, y justo cuando alcanzamos el arcén nuevo el tráfico vuelve a ser igual de loco. Atención cuando paséis por ahí, seguid las flechas y no continuéis por nuestro track, pasamos un momento de bastantes nervios y fue totalmente innecesario.

A pesar de que ya hemos salido de la ciudad de León el tráfico sigue siendo bastante irrespetuoso con los ciclistas. Hay tramos dentro de las ciudades que las bicicletas no pueden ir por la acera, no hay carril bici, el arcén mide apenas unos centímetros si hay y los coches nos pasan rozándonos y sin aminorar la velocidad… incluso dentro de la ciudad a mucho más de 50km/h.

Tráfico de las carreteras hacia San Miguel del Camino

Continuamos avanzando por la carretera y tras atravesar San Miguel Del Camino saltamos al camino de tierra. El panorama no es ni mucho menos como los días anteriores. Empezamos a encontrar caminantes. Saludo a uno con «Buen camino» pero no contesta, igual tiene mal día o no me ha entendido… saludo a otro, y más de lo mismo y este me ha oído porque no tiene los cascos puestos… y el siguiente igual…Y así con todos los que me encuentro, nadie contesta al saludo, otra cosa que no he visto en todo el camino… ¿Quizás ellos también han tenido una experiencia poco motivadora en este tramo?

A lo lejos vemos montañas y alguna incluso con nieve. Nos preguntamos si serán las montañas que tenemos que cruzar.

Como podéis ver el horizonte no es tan bonito como ayer y tomamos la actitud de que simplemente tenemos que atravesar estos kilómetrospara llegar a algo mejor.

Siguiendo el camino llegamos a una zona industrial y tras pasar una estación de servicio veo un montón de orquídeas a un lado. Llevo encontrándome estas orquídeas desde el principio del camino, pero aún no me he parado a hacerles una foto y decido hacerlo ahora. Me llama la atención porque nunca las había visto salvajes, sólo en las floristerías y son flores realmente bonitas.

Cuando hemos atravesado el pueblo de Villadangos del Páramo el camino sigue por el lado derecho de la carretera, pero hay tramos que son más estrechos y con caminantes y a trozos vamos subiendo a la carretera.

Camino paralelo a la carretera

Tras San Martín del Camino continuamos ya todo por el camino hasta que encontramos una torre.

Torre de la entrada a Hospital de Órbigo

Tras esta torre por fin entramos en Hospital de Órbigo y su famoso puente, que debo decir que me impresionó, es más bonito de lo que había visto en las fotos.

Una vez en Hospital de Órbigo ya hemos finalizado la etapa, pero tenemos que buscar dónde pasaremos la noche, que es en la casa de unos amigos de mis padres que viven en el pueblo de al lado, Veguellina de Órbigo.

Llegando a Veguellina de Órbigo

Una vez en Veguellina y llegamos a casa vemos que Esther nos está esperando en la puerta (sabía cuándo llegaríamos porque nos ha seguido por la aplicación del GPS). Madre mía, qué emoción, después de tanto tiempo y vernos en estas circunstancias…. ella y mi padre no se lo podían creen… Hay tantas cosas que contar para ponernos al día…

Cuando nos acompaña a su casa, nos aposentamos y duchamos ya teníamos lista la comida… y ¡qué pintaza!

Tras haber repuesto energías llegó David, su marido y poco después los padres d Esther. Más reencuentros emotivos…

Para bajar la comida nos sugirieron dar una vuelta por el pueblo. Fuimos a una zona de recreo donde había cancha de futbol, zona de picnic, césped con sombra y la orilla del rio Órbigo. Todo era muy nuevo y estaba muy bien cuidado, muy bonito, la verdad. Luego fuimos al bar La Barca, donde nos tomamos algo fresquito. Dentro del bar pude ver muchas fotos de famosos, muchos de ellos jugadores del Barça; y en una ocasión le bromeé al camarero que ahora también puede decir que «Jordi Alba» también ha visitado su restaurante (por si alguno no ha caído, porque hay un jugador del Barça con el que comparto nombre y apellido).

Durante el resto de la tarde estuvimos hablando sobre cómo de diferente es la vida allí respecto Barcelona; ya que ellos estuvieron muchos años viviendo en Barcelona ciudad. Comentamos sobre lo baratas que son las casas por allí, la tranquilidad, la diferencia de trabajos que hay, humildad de la gente, que todo el mundo se conoce, etc. En especial hubo un comentario que me llamó mucho la atención; mientras la madre de Esther hablaba de un chico del pueblo de que dejó el trabajo para dedicarse al campo y que está soltero y debe ser un buen partido porque «menudo tractor se ha comprado»… ¡wow! Esto en Barcelona no tendría la misma connotación.

Cuando terminamos regresamos a casa de Esther para cenar productos típicos de la tierra, donde por supuesto, la cecina no podía faltar. Incluso probamos croquetas de cecina que me gustaron mucho. Durante la velada, cuando ya nos habíamos puesto al día de todos los asuntos empezó la típica guerra de anécdotas, que nos demoró hasta la una de la mañana. Finalmente nos despedimos de los padres de Esther y nos fuimos todos a la cama.

Muchas gracias, amigos por ser quienes sois y haber compartido este trocito de aventura con nosotros.

Foto de família en casa de Esther y David

La etapa de hoy ha tenido un comiendo amargo pero lo que más peso ha tenido ha sido lo que hemos vivido tras la etapa, la visita a unos amigos a los que apreciamos mucho y nos han hecho descansar y llenar nuestras alforjas de motivación y fuerzas con su cariño para continuar esta aventura.

Como la parada en Veguellina estaba planificada desde el principio mañana recuperamos la planificación original. La meteorología de mañana debería ser soleada y nos debería permitir disfrutar de una etapa importante. Los primeros 20km deberían ser bastante planos y posteriormente empezaría a inclinarse hasta alcázar la Creu de ferro, el punto más alto del viaje.


Continua leyendo la siguiente etapa: Etapa 13

Configuración