Hoy es «el día», el día en que llegamos a Santiago de Compostela y ponemos fin al todo el viaje. Y si en todos estos días hemos vivido todo tipo de aventuras hoy no será menos. y que hayamos llegado al final del trayecto no significa que aquí acabe la aventura. Sigue leyendo para descubrir cómo se desarrolla el día más emotivo de toda esta aventura.
Martes, 10 de mayo de 2022
Detalles de etapa:
- Distancia: 53,99km
- Desnivel: 1018m
- Tiempo en movimiento: 4h 43′
- Velocidad media: 11,4km/h
- Más detalles: Strava
- Descargate la ruta: Wikiloc
A las 7 de la mañana nos suena el despertador y para variar tenemos mucho sueño y pereza, ayer con los nervios nos costó conciliar el sueño. Pero hoy tenemos una motivación especial para no tener la tentación de procrastinar: ¡Hoy llegamos por fin a Santiago de Compostela! Sé que lo he dicho muchas veces, pero es que en mi cabeza le sigo dando vueltas… ¡No me puedo creer que ya estemos aquí, si parecía imposible!
Tras terminar la rutina 1 bajamos a desayunar. Decidimos probar el chocolate con churros del local de enfrente, que nos lo recomendaron ayer. Como aún era temprano sólo había algunos peregrinos y nosotros, por lo que nos sirvieron rápido. Efectivamente tanto el chocolate como los churros estaban muy buenos, probablemente uno de los mejores que he probado.
Eso sí, después me tuve que tomar un café para minimizar el efecto del sueño.
Volvemos a subir a la habitación para coger nuestras pertenencias. Bajamos a recoger las bicicletas e iniciamos a rutina 2. Mientras tanto una pareja también ejecuta su rutina 2 a su tándem, lo que me parece una manera interesante de llevar a cabo la aventura.
Cuando empezamos la ruta avanzamos junto a mucha gente, pero menos que ayer en Sarria. El primer totemismos que encontramos india que nos queda menos distancia que una de nuestras rutas favoritas: ir al aeropuerto del Prat por el río Llobregat.
Los bosques hoy tienen un aspecto diferente, hay muchos arboles de eucalipto y ofrecen un espectáculo diferente, ya que el olor que desprenden es muy peculiar. Las subidas siguen siendo protagonistas, pero no son tan largas como días atrás y para superarlas no tenemos que subir tanto, menos mal.
En algún momento en que el camino coincide con la carretera vemos autocares con remolques de bicis que los llevamos viendo desde O Cebreiro. Es curioso ver cómo avanzamos al mismo ritmo que los que también lo hacen en coche y nos hace ver que aunque no vayamos tan frescos como cuando aún estábamos en Cataluña avanzamos a un buen ritmo.
De repente veo un punto muy característico y mágico del camino, que lo he visto en muchas fotos y rehacía muchísima ilusión, incluso se me escapó un grito de ¡Uala!
Cuando planificaba la ruta tenía pensado bañarme en este río, aunque fuera sólo mojarme los pies, pero a esa hora que aún hacia algo de fresquito y el lodo que se vía al principio re hizo cambiar de idea. También pensé cruzar montado en la bici, pero gente me dijo que el nivel del agua era muy alto y acabaría empapado, y no quería repetir la misma situación que en Zaragoza, jeje.
Seguimos avanzando cuesta arriba y bastante pendiente. Para cuando llegué arriba ya estaba sudando como si me hubiera bañado en el río. Mi padre terminó de subir la cuesta caminando. Desde ahí avanzaríamos por más prados y caminos entre bosques. Eso sí los eucaliptos cada vez hacían más presencia en ellos.
Poco más tarde llegamos a Arzúa. Al poco de entrar encontramos un monumento que para nada es histórico, pero me hizo gracia y decidí hacer una foto. Ahora todas las fotos que veo de la gente están en ese mismo sitio, por lo que probablemente os resulte familiar.
Una vez en Arzúa buscamos algún sitio para desayunar. No había muchos sitios con terraza fuera y que podamos tener las bicicletas a la vista. Finalmente acabamos en la pastelería Dani Confitería, que tenía un aspecto bastante pijo para lo que íbamos buscando… pensé que no era muy buena opción por qué íbamos a pagar un pastizal innecesariamente. Al entrar nos explican qué elaboran sus propios helados, confitería, bollería y algunos panes, así que elegimos algo de su productos.
Pues resulta que todo estaba buenísimo y tampoco era tan caro, el zumo natural, el café con leche grande (Flat White) y las dos pastas 6€. Después de todo ha sido una gran elección y os lo recomiendo. Tras recargar las pilas continuamos en dirección a O Pedrouzo.
Los eucaliptos siguen aumentando su presencia hasta ser ya la mayoría de arboles. El camino también se va llenando de más y más gente y vuelve a hacerse complicado el avance por el mismo camino que ellos. No tenemos prisa, pero yo hoy me siento fuerte y tengo ganas de apretarle a la bici para llegar ya a la plaza de Obradoiro, ni que me la fueran a cerrar por llegar tarde, jeje. Mi padre, por lo contrario, parece que se lo está tomando con muchísima más calma que otros días, como si ya lo tuviera hecho y para qué correr, si lleguemos a la hora que lleguemos va a estar ahí esperándonos.
En siguiente tramo hasta nuestra para para comer tenemos
Poco después de pasar por ese maravilloso Órreo sobre el camino nos encontramos un bar que está todo decorado con botellas de cerveza vacías, pero de una manera que jamás os lo esperarías. ¡Miradlo por vosotros mismos!
Otro poco más adelante nos encontramos en un camino bastante estrecho un grupo de gente que camina con perros guía, que parecen ser invidentes. Qué valientes embarcarse en una aventura así y que gran capacidad de superación… Conforme me acerco a ellos oigo que hablan en catalán. Les saludo en catalán y les doy animo, diciéndoles que ya casi han llegado. Supongo que no me entendieron bien, por que me contestaron como si mis comentarios significaran todo lo contrario… bueno, no le doy más vueltas y sigo por mi camino.
Y de repente, como el que no quiere la cosa, ¡empezamos a ver letreros de tráfico que ya empiezan a marcar la distancia hasta Santiago! ¡Esto es real, ya casi lo tenemos! y mis ansias por llegar van aumentando más…
Una vez en O Pedrouzo ya es la hora de comer y buscamos algún restaurante donde tengan un menú interesante. Lo que más vemos son tiendas de souvenirs, me recuerda mucho al paseo de l’Escala en temporada alta; ni que el camino acabara aquí, ¿no? Cuando miro el GPS marca 33km… ¡eso significa que tenemos menos de 20km para llegar! vamos, como ir y volver a Puigmadrona desde casa… ¡se podría hacer incluso andando!
Terminamos comiendo en una Pulpería que parece bastante casera y anuncian el menú por 12€ e incluye postre y café. Somos los primeros en sentarnos, pero al poco fue llegando más gente, aunque no se llegó a llenar el lugar ni el del resto de restaurantes cercanos. La comida no la disfrutamos mucho, digamos que no era de lo mejor que habíamos probado. Mientras comemos comentamos lo cerca que estamos del final de la aventura y qué haremos después de llegar. Mi padre comenta que se emocionará cuando llegue pero yo sigo pensando que simplemente será una aventura más concluida. Tengo tantas ganas de llegar que apenas pruebo el poste y me dejo el café con tal de seguir lo antes posible.
Cuando volvemos a arrancar son las tres de la tarde y volver a arrancar, el calor y recién comido se me hace pesado avanzar. Poco después de O Pedrouzo nos encontramos con dos cuestiones muy pedienes y largos, de unos 2,5km. No encontramos a nadie en el camino, es habitual que por las tarde nos haya gente, pero se me hace raro que tan cerca no haya nadie.
Aunque el calor sea abrasador los caminos sombreados ayudan bastante y siguen ofreciendo unas vista muy bonitas.
En un determinado momento, llegamos a la pista del aeropuerto De Santiago y tenemos que rodearlo.
Oficialmente ya estamos en el termino municipal De Santiago de Compostela… uf… ¡qué nervios! Y mi padre sigue avanzando con calma, qué largo se me están haciendo estos últimos 20 kilómetros.
Después del aeropuerto encontraremos una barriada. En determinado momento me fijo que la flecha indica de seguir recto hacia adelante, pero veo que al final de la calle hacia la izquierda también veo una señal amarilla… uhm… no sé si tirar por ahí y adelantar… pero, ¿Y si me pierdo algo interesante como ya me ha pasado anteriormente? bueno, no creo que se distáncie mucho el rodeo ni haya mucha subida o bajada. Pues ese rodeo de unos 500m sólo te lleva a esta iglesia y cementerio, así que si vais muy apurados o no sois fans de esta visita podéis recortar (en el track podréis ver exactamente por dónde podríais recortar por que el camino después retrocede por una calle paralela).
Después de ese rodeo regresamos a otra zona más boscosa y encontramos una señal interesante, la que solo falta 10km! Nos emocionamos y queremos celebrar e inmortalizar el momento.
Después de este pequeño descanso nos toca enfrentarnos a otra subida mortal… madremia, ¿pero no estábamos ya cerca? ¿Cuantas subidas pueden haber en 10km?
Al llegar arriba encontraremos un camping, la televisión española y de Galicia, otra barriada… y alguna que otra súbidita más, pero ya no será como las de antes. En este tramo sí que encontramos algunos caminantes. Supongo que al estar ta cerca querrán llegar hoy mismo a Santiago, estamos a unos 7km, que viene a ser un paseo de menos de 2h paseando.
Y cuando llegamos al final de una colina vemos que hay mucha gente, parece un avituallamiento, pero dudo que sea gratuito… y cuando me fijo bien…
¡Es la última colina, El monte del gozo! ¡Y aquello ya es la Catedral de Santiago! y de repente me empieza a subir una presión del estomago hacia el pecho y continuando hacia la cabeza y pum… empiezan a deslizarse lagrimas por mis mejillas, en ese instante me cruza por la cabeza una película de toda la aventura, de todos los tramos difíciles, de todas las incertidumbres, de todos los momentos que creía que no iba a poder llegar…. ¡Y aquí estoy!
Enseguida giro la cabeza para buscar a mi padre para que vea esto y ya ha avanzado cuesta abajo hacia Santiago. Corro a alcanzarle.
Si antes estaba ansioso por llegar, ¡imaginaos ahora…! Alcanzo a mi padre en cero coma y empiezo a tirar de él diciéndole – ¡Vamos! ¿Es que ya te quieres rendir ahora que estamos aquí? jajaja -. Pasamos por un paso peatonal y tras una circunvalación llegamos a la señal que indica que esto ya es oficial, hemos llegado a Santiago (aunque, como sabéis, la aventura no termina aquí, aún queda llegar a la plaza de Obradorio; para aquí seria como ir a bañarse a la playa y quedarse en el paseo marítimo).
Continuamos avanzando, poco a poco las calles se van haciendo más antiguas y cuando estamos cerca de la catedral vemos una calle peatonal en obras y que claramente indica que está prohibida la circulación de bicicletas y recomienda otra ruta alternativa. Dudamos de si seguir pero me preocupa encontrarnos algún inconveniente y decido abandonar la ruta del GPS y continuar por las indicaciones para bicicletas; total, por mucho que nos perdamos podríamos llegar a la plaza incluso por azar.
Siguiendo las indicaciones nos distanciamos de la ruta más fácil hacia la catedral. No conozco la ciudad y esto me desconcierta y con las ansias que tengo me cuesta de digerir, pero confío en que si el ayuntamiento De Santiago ha hecho estas indicaciones será por algo.
¡Ya está! No me lo puedo creer…¡Ya hemos llegado! 1200km, 12.000 metros de desnivel, 17 días, 88 horas pedaleando… desde la puerta de casa en Rubí, no me lo puedo creer, ¡Lo hemos hecho, hemos superado juntos todo esto, papa! las lagrimas invaden nuestra cara, nos abrazamos, nos damos las gracias por haber estado apoyándonos en todo momento, en los momentos fáciles y sobretodo los difíciles… ¡LO HEMOS CONSEGUIDO!
Muchos os preguntaréis quien nos hizo la foto, ¿verdad? Nada mas llegar y abrazarnos dos chicas se acercaron y se ofrecieron a hacernos las fotos, que ellas llegaron ayer y que alguien les hizo ese favor y lo agradecieron enormemente, así que confiad en que alguien os podrá hacer una foto y también sed generosos y si alguien os la pide también hacedla, es un momento muy especial y todos queremos tener un recuerdo de un momento así para la prosperidad.
Bueno, ya estamos en Santiago, ahora sí que sí, ya no hay ningún inconveniente que nos pueda quitar esto. Pero, ¿Ahora qué? En la siguiente entrega explicaré como hemos gestionado todo lo que tenemos hacer desde que hemos terminado de hacer las fotos de la llegada a la plaza de Obradorio y la llegada a casa con las bicis y todo el material.
Sigue leyendo cómo terminamos nuestra aventura tras nuestra llegada a Santiago: ¡Ya estoy en Santiago uhm… ¿Y ahora que?