En la etapa de hoy tenemos que recuperar los 30km de retraso de ayer, con lo que deberíamos hacer más de 100km, una distancia que mi padre aún no ha alcanzado. Tambien viviremos una gran cantidad de experiencias. ¿Crees que lo conseguiremos?
Viernes, 29 de Abril de 2022
Detalles de la etapa:
- Distancia: 104 km
- Desnivel: 439 m
- Tiempo Transcurrido: 7h 2’
- Velocidad media: 14,8 km/h
- Más detalles: Strava
- Descargate el Track: Wikiloc
6:30 de la mañana. Nos despertamos con mucho sueño. Hoy tenemos una etapa muy ambiciosa y es necesario optimizarlo todo.
Bajamos a desayunar al bar. ya no huele tan mal, aunque aún se nota cierto aroma residual. Nos ofrecen café con leche y pastas industriales. Parece que aquí eso de la repostería fresca no es muy habitual. Me cojo un croissant relleno de chocolate y una napolitana y las pruebo con poco apetito y para mi sorpresa esta buenísima. Me gustan tanto que cogemos un par cada uno para el camino.
Terminamos de desayunar, vaciamos la habitación y devolvemos las llaves. El dueño del bar nos acompaña a la calle mientras cargamos las mulas, las lubricamos, programamos los GPS y revisamos la presión del amortiguador. Nos despedimos y le damos a grabar a los GPS.
Nada más empezar nos encontramos con ese olor a campo y abono y unas preciosas vistas al Ebro cuando el sol aún está muy bajo. No hay ni una sola nube en el cielo y todo promete una gran etapa.
Tomamos la carretera que continua Ebro arriba. El viento sigue soplando con ganas en nuestra contra. Cuando avanzamos a la izquierda (hacia el sud) se puede ver una gran explanada con cebada plantada, y al fondo se ve una montaña…¿Nevada? Wow! ¡Empezamos el día con unas vistas muy agradecidas!
Más adelante vemos plantaciones de trigo, que recuerda a las imágenes ideales de los anuncios televisivos.
Llegamos a Alcalá de Ebro, un pueblo chiquititopero al que le han dedicado una estatua que me resulta interesante y le hago una foto.
También le hago una foto a la iglesia, pero es que escribiendo estas líneas me di cuenta de que cuando ya llevaba fotos de 30 iglesias que no iban a resultar tan especiales como pensaba y las voy a ignorar… pero si alguien las quiere las puedo compartir.
Seguimos avanzando por caminos de tierra, pero llanos y gravilla. Nuestras sombras en el suelo bien estiradas resultan interesantes y hago malabares para sacar una foto decente.
Llegamos a Luceni y parece que el pueblo ha debido celebrar recientemente unas fiestas porque hay atracciones a medio desmontar y tablones en las calles para celebrar corridas de toros. Le saco la foto porque es algo poco habitual en Cataluña y he creído que era interesante dejar constancia.
El camino nos lleva a la carretera. Una señal que en ese momento me resulta interesante y le saco una foto con mi padre pasando.
Tras esa señal avanzamos por una recta infinita, donde no nos encontramos ni un solo coche. Estamos rodeados de campos de cultivo, alguna granja de vez en cuando y nada más hasta llegar a Gallur.
El pueblo es más grande que los anteriores. La ruta nos lleva a la plaza del ayuntamiento donde vemos la cafetería del pueblo, y como ya llevamos 2h y pico dándole caña a los pedales considero oportuno parar para reponer fuerzas. Mi padre se toma un zumo de piña para experimentar y resulta que le ha sentado genial. Mientras se lo acaba yo aprovecho para hacer alguna foto De la Iglesia que había oído que era relevante.
Continuamos avanzando por un camino de grava hasta el puente de Valverde. Como parece interesante paro para hacer más fotos molonas a mi padre pasando por él. Continuamos avanzando por la otra vera del canal.
La montaña con nieve parece que la vamos teniendo más cerca. No me conozco mucho la zona y desconozco qué montaña es. Sé que es popular que en Soria hace mucho frio, deduzco que debe estar alto y tambien me suena que está por esa zona… ¿Quizás sea Soria?
¡Seguimos avanzando por una carretera de esas con poco tráfico y de repente nos encontramos con un cartel de bienvenida a Navarra! Wow! ¡Hemos cruzado todo Aragón! ¡Que pasada!
A estas alturas ya voy olvidando esa sensación de “Wow, estoy haciendo una super aventura” y simplemente pasa a ser algo normal, dejando atrás la rutina anterior del trabajo, obligaciones, etc. y dejándome hipnotizar por la aventura, sólo pensar en ello.
Llegamos a Cortes de Navarra. Cruzamos el pueblo por donde indica el Track y recuerdo que había leído que saliendo del pueblo hay problema para continuar siguiendo las flechas por que el camino avanza por el bolardo de las vías del tren y era peligroso. Se lo comento a mi padre y como sólo son dificultades y hoy tenemos que agilizar decidimos arriesgarnos y seguir las flechas, ya que quizás han solucionado el problema. Al tomar la curva que en historias anteriores hace referencia un paisano nos saluda desde su huerto. Al contestarle el saludo nos hace parar y nos pregunta si vamos a Santiago, a lo que contestamos afirmativamente y él nos dice que el camino ya no sigue por ahí, porque están construyendo un parque eólico y el camino ya no está y nos veremos obligados a regresar para coger el canal de imperial de Aragón. Seguimos charlando un poco con el hombre y decidimos seguir su consejo y nos dirigimos directamente hacia el norte y en medio kilómetro aproximadamente nos topamos con el canal y un bosque de Molinos de viento (generadores eólicos).
El terreno no es ideal, pero se avanza bien (mucho mejor se avanzaría si no hubiera un viento en contra constante). Tras un rato avanzando por el canal paramos para comer algo de comida que llevamos en la mochila y así poder avanzar sin bajar el rendimiento y retrasar la fatiga todo lo posible.
Como mi padre avanza más lento que yo, le digo que empiece a avanzar que yo voy a hacer alguna foto donde se puede apreciar el tamaño real de uno de esos molinos.
El canal es bastante largo, avanzamos con cierta agilidad, pero se hace tedioso. Finalmente llegamos a Revalorada. Según mi planificación pasaremos por una especie de puente que tiene que ser muy chulo y tenía muchas expectativas ya que en Google Maps no se aprecia bien y quería mantener el misterio de descubrirlo yo mismo y no por internet. El sitio se llama “El Bocal”. Al llegar nos encontramos una barrera y no sabemos si podemos pasar por ahí o no, pero no hay más caminos por dónde avanzar y el track marca claramente que es por ahí… así que saltamos la vaya por debajo y continuamos.
El sitio es chulo, pero, aquí no hay ningún puente ni nada, parece una especie de parque, algunas casas tipo colonia, mucho césped, sitios para pasear… pero nada de agua ni puentes.
¡Avanzamos como 1 kilometro más y AHÍ ESTÁ! Wow, que chulada! Al parecer es un edificio y una presa, que tienen diques y compuertas con el que regulan el flujo del rio Ebro y derivan parte del caudal hacia el canal imperial de Aragón (ese que llevamos kilómetros siguiendo). Es justo ahí donde empieza el canal.
Un hombre mayor nos ve haciendo fotos en modo turista y viene a hablar con nosotros a contarnos historias y funcionamiento del sistema del dique y compuertas. Cuando cogen os las bicis para seguir la marcha le llama mucho la intención y sigue preguntándonos por las bicis. Después se percata de las alforjas y nos pregunta que “pa donde vamoh”, que tuviéramos cuidado que ahí él ha visto boas como su brazo de gordas y largas, que alguien las habrá importado de esos países salvajes, etc. El hombre tenía muchas ganas de conversación, pero cuando vimos que la conversación se extendía y hacia temas un tanto aleatorios le recordamos que nosotros teníamos que continuar. Nos supo mal, se quedó con cara de tener muchas historias que querer compartir.
Tras unos kilómetros nos damos cuenta de que ya es la 1 y media y si queremos cumplir bien la planificación deberíamos ir comiendo ya y no sé si nos dará tiempo a llegar a Logroño ante de las 14. Entramos en el siguiente pueblo, que según tenía marcado en el mapa era el anterior a Logroño, el anterior al que teníamos que parar a comer, pero que si encontramos algo aceptable tendrá que ser ahí donde paremos a comer.
El track nos adentra dentro de la ciudad. Empiezo a observar mis alrededores, a lo que veo un aplaza de toros; ¡Anda! A ver cómo se llama: “Plaza de toros de Tudela”…?? ¡Al lado veo indicaciones al ayuntamiento de Tudela… pues va a ser que ya estamos en Tudela! Jolines, hemos avanzado tan absortos por el entorno que no nos hemos dado cuenta de que ya habíamos pasado un pueblo, jajaja. ¡Mejor la planificación la estamos cumpliendo al dedillo!
Preguntamos a una mujer por un restaurante y nos recomiendo a “La Parrilla” (anda, otra parrilla…), un hostal que también sirve menú, pero quizás no nos aceptan las bicis porque es en un primer piso. Se lo agradecemos a la mujer y nos dirigimos al Restaurante/Hostal. Hay unos mozos fumando y bromeando en la puerta. Uno de ellos empieza a lo que parece a vacilarnos, cachondearse de nosotros, que si el jefe no está, que si no tienen comida, etc. Bueno, al final le corta el más mayor y nos dice que entremos las bicis a una sala y que vayamos arriba a comer y que somos bienvenidos. Cuando nos toman nota veo que el cachondo de antes empieza a servir mesas, resulta que era el camarero, el típico bromista que no sabe cuándo parar, jajajaja. Al final la comida nos sienta como los dioses y continuamos nuestra planificación, un poquitín más tarde de lo que hubiera querido pero bueno, también hemos descansado.
Nos montamos en las bicis y nos adentramos dentro de Tudela para verla un poco y atravesarla para iniciar el camino.
Hago alguna fotillo para certificar que he estado ahí. Saliendo vemos un Cristo rollo São Paulo en lo alto de una colina y el puente de piedra. Avanzamos por un camino de asfalto que en breve
Nos alejamos de Tudela y observo el entorno, intentando intuir si ya es divisable Calahorra. Se puede ver que poco a poco nos vamos alejando del rio Ebro, la izquierda el paisaje es verdoso, pero a la derecha aún hay connotaciones típicas del desierto de Monegros, con un terreno árido, escarpado y escasa vegetación. De repente nos vemos en una de esas imágenes de película donde el protagonista se acaba fundiendo con el espejismo del fondo del horizonte.
Por si la recta infinita no nos ha hecho suficiente mella ahora continuamos por el otro lado de la vía, pero por un camino de grava no muy liso. Este camino nos desgasta bastante y le sugiero a mi padre de parar a descansar y volver a recargar pilas con un buen chute de azúcar, así que al llegar a Castejón buscamos un bar y nos tomamos un zumo de piña y una Coca Cola, ambos bien fresquitos y acompañados de una barrita energética.
Ahora que ya hemos llenado el depósito podemos continuar. De repente nos encontramos con un cartel que indica que estamos entrando en La Rioja. ¡Ostras!” ¡En un solo día hemos cruzado una comunidad entera!
Seguimos avanzando y llegamos a Alfaro. Mi padre ya ha estado en ese pueblo y lleva varios días hablándome de él. Al entrar al pueblo llamo al albergue de Calahorra, ya que a la hora de la comida no me atendían el teléfono. La chica que me atiende me dice que ya no puede habitaciones después de las 4, que es la última hora a la que hacen admisiones. Le insisto que si tienen disponibilidad que si hay alguna forma de solucionarlo, ya que había quedado para cenar allí y debería haber una reserva hecha (o así me habían dicho mis amigos de Calahorra), a lo que me pasa con el dueño y tras insistirle me dice que me reserva una habitación por que da la casualidad que hoy él estará sirviendo cena en el restaurante por que le han hecho alguna reserva (que seguramente será de Eva o su padre, con quien he quedado allí) y me podrá atender, pero que si estoy haciendo el camino que me olvide de esas prácticas por que los albergue no suelen atender tan tarde. Bueno, después de un pequeño susto todo sigue sobre la marcha y puedo relajarme, que con una planificación tan ajustada estoy hasta nervioso. Ahora toca apretar que le he dicho a mío padre que avance mientras yo hacía la llamada.
Pillo a mi padre ya en la entrada De Alfaro y me guía ahora él a mi para visitar los puntos más bonitos de la ciudad, como el mirador de las cigüeñas.
Seguimos la marcha y entramos en Rincón Del Soto, donde volvemos a hacer un descanso y comernos un plátano para afrontar los últimos 15km. Mientras reviso el móvil porque con la bici lo ignoro por completo, excepto para hacer fotos. Veo que tengo un mensaje de Eva, ha visto por Garmin LiveTrack que ha visto que ya estamos a un solo pueblo y nos da ánimos, ¡Que bien!
Seguimos la marcha y cruzamos el pueblo de Rincón Del Soto, parece que también han estado de fiestas y como no también han celebrado alguna corrida de toros.
Tras cruzar el pueblo avanzamos por la vía del tren y después por el rio Cidacos. Ya se ve al fondo Calahorra, pero mi padre ya viene exhausto, me comenta que ya viene muy arto. ¡Pare entretenerlo le hago bromas y le hago tomar conciencia del hito que está consiguiendo, su reloj ya marca 100km! Y ya solo quedan 2km más para llegar al destino. De repente ya se deslumbra la catedral.
Le hago alguna foto y busco ello albergue.
Resulta que el albergue está arriba del todo, y hay que subir por un rampote bien imponente, y para terminar de estirar piernas subir unas escaleras con la bici y las alforjas a cuestas… me adelanto para poder volver a bajar y ayudar a mi padre, que no sé de donde ha sacado fuerzas para llegar hasta allí… todo para que cuando me doy cuenta, había coches aparcados y obviamente no habrán subido por las escaleras… en fin, el esfuerzo ya estaba hecho, jaja.
Hacemos él check in, el hostelero nos advierte que los peregrinos tenemos un menú más económico de 11 euros y el resto deberá cenar de la carta y que, además, como esa semana es la semana de la verdura y hay un menú especial que también podemos elegir, a lo que no me hace mucha ilusión el tema de la verdura. Por cierto, tras releer la historia de Pedal More me doy cuenta de que hemos dormido en el mismo albergue. Está muy limpio y bien acondicionado, sólo que no dan toalla, pero no pasa nada porque estamos preparados y por 12€ está mucho mejor de lo que podíamos pedir. ¡Nos duchamos y llamamos a la familia para contarles como ha ido el día, estamos exhaustos pero eufóricos! ¡Mi padre está batiendo varios récords estos días y además sin descanso! ¡Quien le iba a decir que iba a ser capaz de hacer semejante esfuerzo a los 70 años…!
Llega la hora a la que he quedado con Eva y su familia. Estoy nervioso, hace como 15 años que no nos vemos, igual ni los reconozco… pero veo que se baja su padre del coche y después Eva, nos saludamos efusivamente con un buen abrazo, ellos también parecen eufóricos. Nos llevamos con el resto de la familia que están tomando algo cerca de donde viven y saludo al resto de la familia.
Después de tomar algo vamos al restaurante del albergue. Ya advertí a Eva que no reservara en un restaurante muy pijo, que íbamos apenas sin equipaje y vestiríamos con ropa de deporte, pero no me imaginaba que bajaría tanto el listón como para que cenáramos en el mismo albergue…
¡Pues cuando vamos de vuelta al albergue resulta que es un restaurante tope pijo! ¡No tiene nada que ver con el concepto de Albergue que había al otro lado de la puerta de donde estábamos sentados! Su familia nos insiste en que probemos el menú de verduras, que ya lo probaron días antes y nos sorprendería… accedemos (yo a regañadientes, además, era muy caro) y.. pue sí que nos sorprendió, constaba de 6 platos ya definidos y a cada cual más rico, e incluía un Vino excelente… madre mía, quien me iba a decir a mí que íbamos a tener semejante recompensa. Durante la cena rememoramos muchas historietas, nos pusimos brevemente al día de los últimos 3 lustros, con su padre que recientemente se ha aficionado a la bici intercambiamos batallitas con las bicis e historias del camino que llevamos… fue un rato realmente agradable y que, aunque no había terminado ya deseaba repetirlo pronto. Además, la familia de Eva no nos permitió pagar, son unos anfitriones excelentes y estamos deseando de verlos en Barcelona y poder compartir con ellos algunos de los sitos tan excelentes como el que ellos han compartido con nosotros.
Al final de la velada nos despedimos eternamente entre anécdotas y nostalgia y nos vamos a la cama.
En resumen, hoy ha sido un día espectacular. Hemos alcanzado el hito de mi padre de superar los 100km y además ¡con el lastre del equipaje y viento en contra!, llegar a Calahorra según la planificación que hice hace semanas y sin saber qué inconvenientes me encontraría por el camino, me he reencontrado con Eva… mirando hacia atrás, me parece que Cabañas de Ebro fue hace días, y es que durante el día han pasado tantas cosas que no puedo creer que todo haya sucedido en el mismo día.
Mañana la planificación es de llegar hasta Ventosa, pero como hoy mi padre ha hecho un gran esfuerzo no sé si será mejor acortarla para que pueda reponer algo de fuerzas. La previsión meteorológica es buena, así que ya veremos sobre la marcha.
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